No es excepcional tener que usar el email en el proceso, sino bien al contrario es tremendamente frecuente, ni es necesario ser un abogado experto en nuevas tecnologías para necesitar hacerlo.
El email puede incorporarse al proceso como motivos sustancial de la controversia, es decir, cuando la pretensión ejercitada por el actor tenga como fundamento propiamente la prestación del servicio de email por parte del prestador de servicios de sociedad de la información.
Email en el proceso
Por otro lado, sin embargo, en la mayoría de ocasiones el email se incorporará al proceso como medio de prueba de hechos que fundamentan una pretensión jurídica no relacionada necesariamente con la comunicación electrónica.
Se muestra pues en la mayoría de los casos el email como un mero soporte de información, accesorio de la reclamación principal pero fundamental para probar los hechos que fundamentan la pretensión o, según los casos, los que excluyen la exigibilidad de lo reclamado.
El director de Abogado Amigo, Jesús P. López Pelaz, es el profesor del curso «El email en el proceso» que puedes encontrar en la plataforma de formación jurídica Learning Law. Aborda las claves para la aportación, defensa e impugnación del email desde una perspectiva totalmente práctica.
Correo electrónico en el proceso
El email es un archivo informático alojado en un servidor o en nuestro pc, que representa el texto escrito por el emisor y que además contiene muchisima otra información en los metadatos que incluye en su código.
El email es mucho más de aquello que se ve, de aquella comunicación que se realiza con la otra parte. es precisamente esa información «que no se ve» pero que puede verse y consultarse, la que nos permite enjuiciar la modificación (o no) del email aportado, y con él la validez de la prueba en la que se fundamenta la pretensión.
En muchas ocasiones el letrado aporta el email en el proceso simplemente imprimiéndolo. El abogado en ese momento no se da cuenta de que en ese momento priva al correo electrónico de parte importante de su contenido y de que además está transformando su naturaleza, al pasar lo que era una prueba electrónica a un soporte papel en el que no cabe cotejo alguno de la realidad de lo impreso.
La importancia de un adecuado tratamiento de la prueba electrónica es fundamental, tanto en el proceso civil como en el proceso penal, siendo un pilar clave para poner en tela de juicio lo aportado de contrario o bien defender la aportación y validez de la prueba propia.
Cómo aportar un email en el proceso judicial
Si quieres continuar leyendo y ver la forma en la que debe aportarse el email en cualquier proceso para minimizar las posibilidades de que la parte contraria ponga en tela de juicio este medio de prueba, sólo tienes que compartir el contenido en Facebook, Twitter o Google Plus y aparecerá el botón de descarga. Así de fácil.
La aportación del email al preceso debe incluir:
- Archivo informático que contiene el email, asegurando que es una copia inalterada del contenido en el servidor. Para casos especialmente trascendentes, es conveniente firmarlo electrónicamente con cálculo del hash del archivo para permitir cotejar que no ha sido alterado.
- Transcripción del email en formato papel indicando que se facilita a los efectos de facilitar su lectura y señalando el programa de ordenador con el que puede abrirse el archivo informático aportado en caso de que el juzgador quiera acceder al mismo.
- Interpretación de los datos relevantes a los efectos del proceso y de la identificación del remitente. En particular, si en el email consta el servidor desde el cual fue enviado debería identificarse este extremo. Si no constase, es interesante incluir un ping al servidor del dominio usado por el remitente (@servidor.com) para determinar su ubicación en caso de que sea un dominio privado y no de correos gratuitos (gmail, hotmail, etc.)
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